sábado, 11 de enero de 2014

Resistir

La vida tiene caras muy difíciles de entender. La vida tiene colores oscuros y canciones lentas.  La vida es un juego sin reglas donde a veces, perder es mejor que ganar. La vida puede que sean más subidas que bajadas y puede que la carrera que estamos corriendo sea más larga de lo que esperamos. 

Pero a pesar de todo, hay que resistir. Porque la vida también es un acto de resistencia. La vida también es un acto de valor y de corazón. Porque si no tuviéramos a esa persona que está al lado nuestro, no podríamos continuar en un mundo  donde soñar despiertos es un gran pecado. Resistir para reír y para gritar que hoy estamos aquí, alzando la bandera blanca y acompañando a la soledad.  Resistir para mantener vivo al corazón y para sentir que caminamos a un precipicio sin salida.

Vivimos siendo combatientes de las continuas batallas que nos van poniendo,  siendo héroes de nuestras batallas ganadas y testigos de nuestras derrotas.  Vivimos con la imaginación del mañana  y con la melancolía del pasado. Porque la vida es eso, un antes y un después. Un paso hacia delate y dos hacía atrás.

La vida supone acompañar y que nos acompañen. Caminar con las alas puestas en volar bien alto para vivir a pleno en este vacío sin rumbo. Acompañar  a quien despierta de esta pesadilla y a superar el ataque a la emoción.


La vida es resistir un mal día y combatir por un día mejor. Es luchar en este mundo donde es tan fácil herirnos pero también tan fácil alegrarnos. RESISTIR. RESISTIR y nunca DESISTIR.