viernes, 11 de octubre de 2013

Presente eterno

Una de las cosas que nos enseñan desde que somos pequeños es a medir. Continuamente teníamos que medir objetos, distancias... crecimos con la idea de que todo puede ser objeto de medición. Y es por eso por lo que hoy hemos incluso llegado a medir el tiempo. Un ejemplo de ello es que todos llevamos un reloj que nos marca nuestro día; nuestras acciones están puestas en un tiempo continuo.

No tenemos libertad en nuestros movimientos porque continuamente nos recuerdan que existe un tiempo para cada cosa. Somos los que ejecutamos las agujas de nuestro reloj pensando que si no lo hacemos estaremos "perdiendo el tiempo". Es curioso como siempre tenemos la palabra tiempo en nuestro vocabulario, la usamos en infinidad de ocasiones: "el tiempo lo cura todo", "el tiempo pone a cada uno en su lugar", "todo tiempo pasado fue mejor"...un listado de expresiones que  encajamos a la perfección en nuestro día a día, en nuestra forma de vida. ¿ Pero por que  será?, ¿será por que tenemos miedo a vivir en una total libertad? o ¿será por que nos asusta el descontrol?... yo creo que si es por miedo. 
Por miedo a no ser capaces de vivir como nos gustaría, miedo a darle valor a las cosas que hacemos, miedo a enfrentarnos a nosotros mismo, a no saber conjugar su tiempo. Y es que muchas personas miran su reloj para saber cuanto queda hacía ese futuro que le depara, otros sin embargo, lo hacen justo por lo contrario para huir de ese pasado horrible que no le deja mirar hacía el futuro. ¿Pero donde queda el presente? 
el presente se nos olvida, pensamos que no es lo suficientemente importante como para tenerlo en cuenta. Y ese es nuestro error.
Hay que escuchar nuestro presente, debemos sentirlo a cada momento. Es hora de dejar de mirar esas agujas que nos ponen los límites invisibles, es hora de salir de esa vida acelerada y tener conciencia de que todo es pasajero, que somos efímeros y que el tiempo ya no vuelve a nosotros. Que aquello que perdemos no se volverá a repetir de la misma manera porque ya será otro tiempo, distinto y diferente al anterior.

Tengamos la valentía de crear un recuerdo eterno que no entienda de pasado, presente o futuro .Un recuerdo que no pueda ser conjugado simplemente por que no tiene tiempo.

Hay que encontrar la valentía para vivir en un PRESENTE ETERNO.


No hay comentarios:

Publicar un comentario