viernes, 26 de julio de 2013

Aprender a mirar

Todo el tiempo buscamos respuestas científicas, hechos  razonados que nos expliquen acciones imposibles o sucesos irreales. Buscamos la razón como explicación.
Creemos que todo está bajo la ciencia, que no existen los problemas sin solución ni las cuentas infinitas. Nos basamos en los números, en la lógica, las matemáticas para ponerle un final a los acontecimientos.

Por ejemplo.Siempre que vemos un truco de magia queremos saber como se ha hecho, donde estaba el truco que nos hizo crear una ilusión. ¿ Pero por que nos empeñamos en querer desmantelar los trucos? ¿Acaso no nos gustó lo que ese truco nos hizo sentir? Claro que nos gustó, porque por un segundo creímos que ese truco se hizo de verdad, que había habido magia. 
Pero después, al momento volvemos a la lógica para desenmascarar esa ilusión.

Y así es como ocurre todo.¿Por qué no podremos pensar que hay cosas que se van de la razón? ¿Que hay cosas que se hacen por otros sentimientos alejados de la razón y la lógica?. Actos hechos por pasión, por desenfreno, inconsciencia. Actos llevados a cabo simplemente por gusto y amor.
La gente que solo cree en el poder de la ciencia no sabe que hay fuerzas también muy poderosas y que no todo es tan estructurado y organizado como ellos piensan.  No saben que existen situaciones que no tienen una explicación científica o razonada y que no por ello son irreales.
Yo creo en la ciencia, pero también creo en el poder de los impulsos, de la locura, en la fuerza que nos hace avanzar sin razón, con ganas locas, con pasión en cada paso y amor en toda su extensión.

Y es que hay que entender que hay cosas que no son tan lineales, que hay cosas que no parecen ser lo que son y que es necesario ver más allá, para entender y ver con mas claridad. Saltarse la línea de la lógica y pensar con lateralidad. Y entenderemos que en ese paso está la respuesta. Una respuesta ingeniosa, con muchas vueltas, con dobles caras y miles de posibilidades. 

En definitiva la vida es como las adivinanzas. Pueden parecer una cosa pero si piensas, si vas más allá de lo que a simple vista parece te darás cuenta que la respuesta era aquello que menos esperabas. 
Y así de divertida, de misteriosa, de cambiante, de apasionada, de contagiosa y de alborotada es la vida.



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