miércoles, 5 de junio de 2013

La valentía de la juventud

El mundo está superando los límites, está sobrepasando los marcos que algún día nosotros pusimos. Se está volviendo un mundo violento, corrupto, lleno de desigualdades, donde ganan los que más tienen y las oportunidades solo son para unos cuantos elegidos. 
Un mundo de cuestiones políticas manejadas por marionetas corruptas. Un mundo que está generando hombres violentos, desafortunados, otros con grandes riquezas, hombres que se dejan convencer. Y todo esto está destruyendo la aparición de generaciones con sueños, están generando masas carentes de ilusiones y de esperanza de un futuro mejor. En definitiva, están haciendo que la gente se sume al desencanto de la vida.

Pero dentro de todo este mundo gris, estamos nosotros, la generación de jóvenes que tiene fe en que todo es posible.

Somos nosotros los que le ponemos el alma a las cosas que hacemos, somos nosotros los que luchamos por lo injusto, los que le ponemos el corazón a las balas y los que gritamos con mas fuerza cuando nos quieren hacer callar. Somos nosotros, acompañados de unos cuantos de adultos los que decidimos dar pelea.  Y digo unos cuantos porque muchos de los adultos se olvidaron de soñar, aprendieron a crecer sin libertad y ahora se olvidaron de lo que es luchar por sus sueños. Se volvieron conformistas, miedosos de expresar sus pensamientos.
Y somos nosotros los que les enseñamos a vivir la vida plenamente, a revelarse contra lo injusto, contra el debe. Somos nosotros quienes le recordamos que ellos también fueron niños con sueños que cumplir. Pero con el paso del tiempo ellos fueron colgando el traje de heroína y se fundaron en prejuicios, en temores, en deshonestidad a ellos mismos. Colgaron en  la percha las ganas de dar batalla.

Y aunque nos tachen de irrespetuosos, de inconscientes, de estar siempre de fiesta volvemos a ser nosotros, con nuestras ganas,quienes les enseñamos lo que es tener la valentía de vivir cada momento como si fuera el último, les recordamos con nuestra lucha la importancia de mantenerse siempre fiel a uno mismo, de luchar por lo que se quiere, de seguir teniendo fe  a pesar de las caídas. Y aunque son supuestamente ellos el ejemplo que tenemos que seguir, nuestros modelos a tener en cuenta yo no quiero seguir el ejemplo de ciertos adultos, prefiero seguir siendo yo e ir buscando mi propio modelo.
Y así somos nosotros los que levantamos con ánimos a compañeros rendidos por la hipocresía de la vida.
Juntos, con bandera blanca al corazón, resistimos a la idiotez, a la inconsciencia, a las mentiras,  y  al "todo se vale". Resistimos  a los golpes porque queremos demostrar quienes somos:

Jóvenes valientes enfundados en un espíritu rebelde con ganas de cambiar y de avanzar.


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