A veces el destino es tan caprichoso.... muchas veces juega con nosotros, se entretiene manejando nuestras vidas como le apetece. Somos títeres esperando a que el destino tenga ganas de movernos ficha.
Pero hay otras veces en la que tenemos que estar tan agradecido al destino.... nos pone en el momento adecuando y en el lugar correcto. Aunque nosotros no queramos, hay situaciones que parecen que estuvieran escritas, como si nosotros fuéramos en busca de eso que ya el destino nos tiene preparado.
Y hoy es ese día de agradecer.De agradecer que en esa ocasión hubiera jugado conmigo y me hubiera puesto en el lugar mas correcto. Me conoce, sabe que hay personas que son un regalo para mí.
Tuve la suerte de que el destino me regaló un espejo en el que reflejarme, y es que nos podemos sentir tan identificadas con ciertas personas....
Tuve también la suerte de que me hubiera regalado un frasco de locura, una loción de diversión.
Ese día me regaló una risa incontrolable, una seguridad para la nueva vida que me tocaba. Me regaló una figura de la suerte, un bolígrafo también de la suerte con el que escribir cada día.
Me regaló confianza. Abrazos a media mañana y fiesta lo fines de semana. Me regaló charlas confidentes, mismas ilusiones y parecidos deseos. Me regaló un gracias, un perdón.
Muchas veces tenemos tanto miedo a algunas situaciones.... estamos todo el tiempo pensando como se dará, que es lo que pasará y después cuando ya pasó, sentimos que todo era tan fácil... Eso también me regaló. La facilidad en un día nuevo y temeroso. Me regaló tanta cosas que ni él mismo sabría.
Por eso hoy quiero agradecer al destino, a la vida por hacer esos regalos eternos, por ayudarnos en la decisión de elegir a personas para que nos acompañen. Agradecer por las buenas personas que nos ponen en el camino. Así que brindo en silencio por este regalo.
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